domingo, 13 de marzo de 2011

Frenazo en seco


Había que arriesgar, pero quizá no tanto porque al rival le vino fenomenal para encontrar los espacios y disfrutar de unas ocasiones que nunca antes había soñado.

A la esquizofrenia se sumó el colegiado, casero hasta la medula, que no quiso expulsar a Longás en el minuto 48, con el Huesca mandando en el campo, y que no se atrevió a señalar un claro penalti sobre Helguera.

El caso es que el Huesca, que no acaba de engancharse a la parte alta, sigue manteniendo una posición cómoda porque el juego, las ideas, la ambición y la solidez le siguen acompañando, aunque ayer no hacía falta jugar a la ruleta rusa porque daba la sensación que el empate era más cuestión de paciencia que de revolucionar tanto el equipo.

El Huesca, que salió a por el partido desde el inicio, tuvo una falta al borde del área en el primer minuto, pero el disparo de Gilvan se estrelló en la barrera. A continuación fue Roberto el que estuvo a punto de sorprender a Casilla y, en ese arreón de buen juego y grandes intenciones, se desperdició otro lanzamiento cercano a los dominios del meta del Cartagena, que no acertaba a quitarse de encima la presión de los de Onésimo.

El árbitro, que amonestó a la primera a Marcos por una mano involuntaria, se tragó un empujón a Roberto cuando se colaba en el área rival y Helguera probó fortuna con un disparo lejano.

El Huesca era el que marcaba el ritmo de las operaciones, el que más posesión y el que más peligro creaba, pero en el minuto 12, en la primera y única triangulación del Cartagena, fue Toché el que empujó a la red el 1-0 una vertiginosa acción colectiva.

El Huesca no se amilanó. Camacho lanzó un saque de esquina al poste y Cala le birló en el instante final un remate dentro del área pequeña a Roberto, que probó a Casilla en el 24 con un disparo raso desde fuera del área. Camacho buscó la escuadra de la meta rival también desde lejos, pero el Huesca, pese a lanzar hasta cinco corners, seguía sin plasmar su superioridad en el marcador y al albur de los avatares del fútbol y de alguna contra del rival.

Camacho dispuso de un remate a la media vuelta dentro del área, pero su disparo centrado y suave no supuso dificultad para Casilla, y también se sumaron al carrusel de ocasiones sendos disparos de Víctor Pérez y Molinero. No faltaba casi nadie por intentarlo, pero la primera mitad concluyó sin que los esfuerzos de los oscenses tuvieran premio.

ROJA A LONGÁS Y PENALTI A HELGUERA, AL LIMBO

Onésimo introdujo otro matiz tras del descanso al ocupar las bandas con Gilvan y Camacho para que Víctor Pérez ejerciera de enlace con Roberto. El colegiado le perdonó la roja a Longás por una cazada a Gilvan Gomes. El zaragozano se desentendió del balón y le lanzó una coz al brasileño pero sólo vio la amarilla.

En el saque de la falta casi marcó Helguera, a quien sujetaron por la zamarra, pero Casilla se jugó el tipo para tapar el disparo que se fue a córner. A la salida del mismo, en jugada de estrategia, Helguera estrelló un zurdazo en el poste para desesperación de todo el equipo, al que sólo la suerte le estaba quitando un mejor resultado.

Una colada de Molinero acabó con un pelotazo del lateral contra el pecho del meta casi a quemarropa y el peligro residía en que tanto perdón lo podía aprovechar el Cartagena en alguna de sus contras. Eso no era obstáculo para que el Huesca lo siguiera intentando, mientras el Cartagena tiraba de marrullerías. No le interesaba al Huesca caer en la provocación y Onésimo hizo debutar en el 67 a Íñigo Pérez por Corona, para que Helguera reculara al centro de la zaga.

El navarro se colocó junto a Sorribas, pero fue el Cartagena el que pudo apuntillar en una colada de Toché que sacó con la yema de los dedos Andrés, aunque el trencilla, en su tono casero, había permitido sacar al rival desde donde se le antojó.

El partido se empezó a romper peligrosamente porque las fuerzas ya empezaban a menguar y las posiciones no eran tan disciplinadas, lo que favorecía al Cartagena. El gol no llegaba y mientras el Cartagena quitaba a los virtuosos para meter músculo, Onésimo relevó a Sorribas y Víctor Pérez por Jokin y Toni.

El equipo, en su afán de buscar el empate, se descosió un poco y Andrés salvó la puntilla primero ante Víctor y después ante Toché, con quiebro y todo, en sendos mano a mano. En otro error infantil, porque el árbitro volvió a consentir que el Cartagena sacase desde donde le vino en gana, Toché perdonó el 2-0 ante Andrés, que después contó con la ayuda de la zaga para salvar otro tanto con el Huesca volcado a la desesperada y sin orden ni control.

En el minuto 92 llegó la sentencia por medio de Bothelo, pero ya daba igual porque el Huesca se había ahogado en el riesgo.

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